La prevención en la ortodoncia es tan importante como en cualquier otro aspecto de la vida. Seguro que no es la primera vez que escuchas eso de «mejor prevenir que curar», y es que este dicho no puede ser más verídico, hoy queremos explicarte por qué.
A grandes rasgos podemos traducir la prevención en ahorro y facilidad a la hora de tratar un determinado problema o contratiempo en nuestra boca. Y es que, cuanto antes se diagnostique, más rápida será la solución. Por ello, la visita con el dentista y, en su caso, con el ortodoncista, es importante para evitar futuras complicaciones innecesarias.
La prevención en la ortodoncia, la mejor manera de evitar problemas
Es cierto que existen ciertos problemas bucales de origen genético o hereditario, los cuales no se pueden prevenir de ninguna manera. Sin embargo, una detección precoz y un tratamiento adecuado desde el primer momento puede ahorrarnos muchos problemas, sobre todo cuando se aplica sobre niños.
También hay que tener en cuenta que la prevención en la ortodoncia nos puede servir para adquirir buenos hábitos por recomendación de un profesional. La importancia de la higiene oral, evitar la aparición de caries, la detección precoz de lesiones susceptibles de malignización, etc.
También nos puede ayudar a eliminar malos hábitos, como por ejemplo mordernos las uñas, mordisquear objetos (bolígrafo, la pata de las gafas, etc.) o incluso que nos niños se chupen el dedo. Todos ellos, hábitos que pueden acarrear otros problemas en el futuro.
Para evitar todo ello y mantener una boca saludable desde una edad temprana y adulta, es fundamental acudir al menos dos veces al año a un profesional. En Clínica Ortodoncia Ortega te esperan muchos años de experiencia y una gran profesionalidad.