En repetidas ocasiones hemos mencionado que la importancia del uso de una ortodoncia no solo recae en la parte estética, aunque esa sea la principal razón de por qué la gente quiera ponérselo. Lo cierto es que la ortodoncia influye en nuestra salud porque lo que también busca es corregir el tipo de mordida.
Digamos que el tipo de mordida perfecta es aquella en la que las arcadas encajan perfectamente. Es decir, cuando la morfología de los dientes y las encías están en sintonía.
Tener una mala mordida no solo es tener los tiendes mal colocados. Esto puede tener muchas consecuencias negativas, desde acumular más restos de comida entre los dientes que derive en problemas mayores como la periodontits, hasta provocar dolores de cabeza, oído, cuello o espalda.
En Clínica Ortega hoy queremos profundizar más en este aspecto, describiendo brevemente los tipos de mordida que existen. No obstante, recomendamos encarecidamente visitar a un especialista para que así se pueda determinar el tipo de mordida que tenemos.
Tipo de mordida ¿cuántos existen?
1. Sobremordida.
Ocurre cuando los incisivos superiores solapan a los inferiores.
2. Submordida.
Es menos frecuente que la sobremordida y consiste en justamente lo contrario. Es decir, los dientes inferiores son los que sobresalen a los superiores.
3. Mordida abierta.
Cuando hay una separación demasiado grande entre las piezas superiores e inferiores. Puede darse en la parte anterior o posterior de la boca, dependiendo de si son los incisivos o los molares los que no llegan a tocarse al morder.
4. Mordida cruzada.
La mandíbula muerde por fuera del maxilar superior. Es decir, uno o más dientes de la mandíbula cierra por fuera del maxilar superior.
5. Mordida cerrada.
Consiste en el desgaste de los dientes como consecuencia del paso del tiempo, por lo que si no se trata a tiempo, puede tener gravísimas consecuencias.